martes, 25 de junio de 2013

A veces



 
A veces, vale la pena cerrar los ojos y dejarse llevar por lo que dicta el corazón, aquel que palpita aceleradamente cuando te recuerdo, aquel que te extraña en cada resalto que genera cuando pronuncio tu nombre en mi mente, en silencio.

A veces, vale la pena lanzarse al vacío por un segundo y dejar que sean los sueños los que se apoderen del momento. Soñar con una mirada cómplice, con el suave roce de mis manos sobre las tuyas,  dejar atrás las heridas por ese segundo… simplemente dejarse llevar por el viento mientras volamos.

Si tan solo dejaras que fueran mis ojos los que hablaran por mi, sabrías que a veces vale la pena entregarse a lo desconocido, dejar que sea yo quien genere tus contradicciones, que robe tus momentos de desconexión diaria, que sea yo quien genere tu descontento y tu aliento. Deja que ese sea yo.

Buscarte como un loco entre las hojas vacías de mi cuaderno me está matando. Encontrarte en cada canción, en cada frase, en cada mirada perdida en lontananza taladra mis sentidos cuando tan solo necesito vivir entre tus brazos. Si tan solo dejaras que fuese yo quien se roba tus sueños, el que se queda impregnado en cada suspiro que regalan tus labios. Si dejases, tan solo que sea yo.

Lolapallooser


 
 
 
Lolapallooser

Tanto artista que han traído al país (y a tan alto costo) que ya no nos genera gran asombro escuchar un nombre tras otro. Esto comenzó por allá en 1989 cuando vino un tipo con pinta de futbolista (Era su sueño) se apoderaba del estadio Nacional… Rod Stewart. Tenia yo solo 5 años por lo que ni supe en su momento que este tipo había sido el que nos hacía “debutar” con su presencia en lo que a recitales masivos se trata. Luego han pasado bandas de todo tipo… Rock, Punk, Alternativas e incluso aquellos cantantes mamá que veíamos solo en el festival de Viña del Mar como Luis Miguel, Miguel Bosé, Chayanne, el Innombrable… (No diré quien es, pero todos sabemos a quien me refiero…si lo nombro tendremos que juntar agua, ir a buscar tarros de atún y esas cosas).

En fin, el preámbulo  no tiene ni un brillo y solo es para contarles que he vivido mi propio festival de rock este fin de semana, claro que sin mucho éxito.

Luego de la Maratón de Santiago el día domingo y, con los dolores propios de un esfuerzo tan sobre humano para este balón de gas de 15 kilos,  decidí dormir la siesta y luego partir a ver a mi banda favorita… FOO FIGHTERS (acá es cuando las chiquillas pueden gritar!).

Con los dolores propios del esfuerzo realizado en el running, me puse mi ropa rockera… mis Jeans gastados, polera con su símbolo obsceno en el pesho (Puño con dedo medio erguido) y de mi closet saqué esas Converse negras de cuero modelo “Black Zipper” (Ya les conté mi fascinación por las zapatillas) más un pañuelín en el cuello. Me largué al parque O´Higgins en la búsqueda del rock.

El evento es multitudinario, miles de personas y niños (si, leyó bien…NIÑOS) veían espectáculos como 31 minutos, Mazapán…

Nota al margen….que es esto? ¿Un espectáculo de rock considerando a pendejos?, ¿Harto raro o no?

Entonces fue cuando la vi… sin duda alguna era ella… Mi ex polola. La verdad sea dicha así como ex, ex polola no era, de hecho ella nunca supo que estuvimos pololeando… pero tuvimos una relación tan cercana que yo lo sentí así.

Jamás nos dimos un beso…es que yo al respetaba mucho… pero sí era una relación de pololos. Hacíamos todas las cosas que hacen los pololos, ya saben… ir al cine, comer helados de la misma copa, ir al mall a comprar ropa, escuchar sus problemas… en realidad y pensándolo bien, tal vez siempre me vio como el amiguito buena onda, el complaciente. (No quise poner gay por que no va a faltar el tonto que después va a pensar que se me apaga el calefont y no es así, soy bien machito para mis cosas…invicto, pero machito).

Me puse tan nervioso de verla que me dieron ganas de esconderme entre la gente….que no viera mi rostro ni tooooodo mi cuerpo, pero mis intentos fueron estériles. Entre tanto cabro chico era difícil esconderse.

-       “Hola Leíto”, dijo ella con su voz tan angelical como siempre

-       “Hooola”, dije yo con ese tono agüeonao que le sale a uno cuando esta nervioso.

-       “Viniste solo”?, me preguntó. Aquí hice un alto…

Si le decía que si, podía pensar que era el mismo looser de siempre. Era el momento de poder hacerme el importante, el groso, el bakán, el súper macho, convertirme en Gitano o en un Cordobés, que están tan de moda…. Pero no fui capaz, tuve que decir la verdad y decir que mi condición de “ALONE” es permanente.

-       “Pusha”, me dijo. “Te presento a mi pololo”…

Un tipo flaco, larguirucho con pinta de simpático (Para mas cagarla) me estiró la mano saludándome amablemente. “Kiubo, soy Juan Carlos”…

Se me cortó el habla. La rabia se apoderaba de mí. Estoy seguro que mi presencia no lo intimidó ni por un segundo. Si supiera que YO era el que me comía a su polola y ahora se está tragando mis babas… aunque no le dí ni un beso… pero no importa, igual nomás ella fue mía por que yo le tomé y acaricié sus manos antes que él….yo comí de su copa de helado antes que él y por sobre todo, y lo mas importante, yo sufrí por ella antes que él... no me quedó mas que saludarlo con mi mejor cara de muñequito de Mattel o de Jesmar.

Nos despedimos como personas civilizadas, ellos caminaron tomados de la mano mientras yo me quedaba nuevamente con el corazón hecho pedazos. Fue un momento doloroso, terrible pero no podía hacer nada. Me tiré en el pasto y juro que no escuché absolutamente nada más durante toda la tarde.

 
Cuando el reloj marcaba las 20:20 decidí ponerme de pie, dejar de lamentar la pérdida de la mujer de mi vida, en el idiota que me la robó y en lo looser que me sentía. A punta de movimientos sutiles pero seguros me abalancé al escenario principal hasta llegar adelante del escenario. En ese momento, justo en ese momento la banda de Dave Grohl hacia su ingreso al escenario y me dispuse a cantar “One by One” con toda la rabia de mi alma, mi  mente y por sobre todo, con el dolor de mi corazón.

 
Probablemente no es el mejor de los recitales, dado mi estado de ánimo y por los dolores físicos, sin embargo nadie, pero nadie puede decir que el nombre del show fue solo para mi … lolapallooser

Mi Primer 10K


 
 
 
Mi primer 10K - Maratón de Santiago - Adidas 2012

Una compañera de trabajo me regaló una invitación a la 10K de Adidas, la famosa Maratón de Santiago. Para un tipo como yo, que su máximo deporte es seguir a Colo-Colo cada fin de semana ya sea en la cancha o en la TV, era algo nuevo, impensado.

Le pregunté de qué se trataba, pero no supo contarme mucho...ella tampoco había corrido jamás. Lo que me motivó es que ella me permitiría estar en el VIP...al menos eso me dijo.

Llegó el día sábado y traté de portarme bien, pero no fue posible. Unos amigos me invitaron a "servirnos" una cosita. La carne no es un buen compañero 24 horas antes de una carrera y menos si es tu primera vez, pero allá partí yo, a comer pollito (es mas sano, me engañaba) y sus chuletitas parrilleras. Costenssss que dije que no al chori pan y tampoco bebí licor, solo bebidas de fantasía.

Cerca de las doce de la noche llegué a mi departamento y recordé que al alba debía salir a aplanar calles. Busqué entre mis ropas algún short que no fuera de playa y afortunadamente encontré uno que no había usado hace años, suerte que sigo igual de gordo, por lo cual el XL calzó perfecto.

Las zapatillas son mi fascinación y  tengo unas de "running", claro que invictas, incólumes, sin ningún tipo de manchas ni sudor. Sería primera vez que las tiraría a la guerra.

La polera te la regalan con el KIT de la carrera, la cual fui a buscar el día sábado por la mañana así que no me preocupé de nada. En un stand de la expo maratón me compre unas calcetas y a Marko Zaror le compré un par de botellitas de Guaraná...de esas que le daba a los broca cochis de mundos opuestos. Me sentía todo un runner, así que me fui a dormir.

Seis de la mañana en punto me puse de pie, hice un gesto parecido a una elongación pero me dolió. Dejé de hacer tonterías y me fui a la ducha. Como nunca había corrido se me ocurrió que era mejor ir bañado, uno nunca sabe con quién se puede encontrar y oler a diantres no es muy digno.

Me puse mi tenida deportiva y me mire al espejo... un desastre, un esperpento. Pinta de runner no tenía por ninguna parte, más bien parecía un balón Abastible de 15 kilos. (La polera es naranja y no soy muy alto). Suspiré profundo y me hice de valor, cerré el departamento y mi rumbo fue hacia el centro de la metrópolis.

La aventura de estacionar no la voy a narrar, pero fue un caos. Terminé cerca de la estación Mapocho y la carrera comenzaba frente a la moneda. Todo mal, comencé a caminar las cerca de 10 cuadras y juro que cuando llegué al lugar que todos llamaban "encajonamiento" estaba muy cansado.

Preparados todos como cerdos al matadero, me dediqué a mirar a mí alrededor. Tipos con unas fachas cool y de deportistas a más no poder. Chicas con pantaloncillos apretaditos, petos deportivos, figuras impecables...nuevamente me dieron ganas de desertar.

A las 08:45 dieron la largada. Costó avanzar pero luego de pasar por el pórtico que valida el chip de la carrera comenzamos a bajar. Fue el momento en que me tomé el producto que le compré a Zaror, un concentrado ultra dulce, pero me auto convencí que me ayudaría a rendir mejor…definitivamente es un placebo.

La salida es papita, es un kilómetro bajando hasta la calle Brasil, desde la moneda. Hasta ahí todo Very nice !!! Seguimos por Brasil y el pavimento es parejo hasta Compañía. Cerca de los 2,5 Kilómetros sientes que te montan un chancho en los hombros. Esa maldita sensación no pasa hasta que logras los 6,5 kilómetros y obviamente un centenar de paradas. Pasé por un sector donde daban agua pero las moscas estaban todas en la miel....imposible adquirir un vaso del elixir de la vida. Agua en mis zapatillas (quedaron echas mierda) y vasos por todos lados. Un joven me acercó un vaso de agua y creo que la derramé en un 80% en mi polera, no tenia control de mis manos.

El giro en el puente del Arzobispo es una delicia, vez como los corredores van bajando hasta la Alameda. Es la primera sensación de libertad en los pies, se van solitos... Tenía tan acalambradas las plantas de los pies que ya no las sentía. El chancho se baja de tu espalda y comienzas a sentir que puedes volar.

 - Últimos 900 metros desde Santa Lucia a la moneda. La gente grita y te alienta, eso ayuda muchísimo

- Te encuentras con un culo perfecto y lo sigues....lo malo es que no lleva tu ritmo y se escapa.... MALA CUEA

- 600 metros quedan y vez que a tu lado pasa rajada una abuelita.... es cierto, estas hecho una mierda, eso mentalmente te caga.

- 400 metros y la gordita que pasaste en el kilómetro 5 viene como tuna y uno listo para ser ingresado a una bolsa de nylon, eso te mata el ego.

- 300 metros y tu mente dice "y si llego acá nomas", pero no… sigues aunque no sientas los dedos de los pies

- 250 metros y vez las galerías llenas de gente....se escuchan aplausos! te vuelve el ego al cuerpo y te sientes Carl Lewis. LE PONES COLORSH

- 200 metros y escuchas a lo lejos… "último esfuerzo guatón y la conchetumareeeeee".... Me cagó ese culiao....me sentí identificado

- 100 metros y la Gloria.... la Fernanda, la Isidora, la Pepa y todas las que habían llegado como hace 30 minutos.... Perras. !!

Solo metros, solo metros...la hice, llegué el público se pone de pie y aplaude a rabiar! me emociono al pasar la meta !! Levante mis brazos agradeciendo al público y caché que al lado mío había llegado la Erika Olivera....no sabía dónde esconderme. Looser Total, el wueas pensaba que lo aplaudían a él.

Como llevaba una pulsera "VIP" me agarró un wn y me sacó del tumulto. Casi le pegué un combo, pensé que me quería cogotear y quitarme el Iphone. Casi sin voz le pedi disculpas y me llevó a un lugar donde hacían masajes. LA RAJA, pero antes de dejarme me dijo, "lindo esfuerzo para los 21 kilómetros". Sale culiao, le dije....corrí 10K. Me miró y me dijo "Tanto te demoraste". Me cagóooo !!!.

En el masaje me tocó un rubiecita bien bonita. Creo que después de correr uno no huele a Laureles en Flor....me dio susto. Me dijo,..."Donde te duele" - le dije, "aquí, al ladito del corazón". _ ni se rió....Looser nuevamente. Me hizo ver burros verdes, me apretó las pantorrillas y me dijo "Wuenos perniles"!!! Eso claramente es una señal...definitivamente estoy obeso.

 Luego de la masacre del masaje, me llevaron a la zona Vip. Igual rico sentarse entre famosos. Claro que bien en la esquina para no molestar. Me ofrecieron juguitos varios y unos canapés como tapaditos....quien chucha puede comer después de correr 10K !!

Al final, de ver a tanto famoso, me dio sueño. Me acomodé en el sillón Rosen (auspiciador de este espacio) y me quede dormido. Al rato me despertó un tipo de bigotes con cara de pocos amigos, no había nadie a mi alrededor. Me "invitó" a retirarme. Cordialmente acepte. :D . Me fui a mi auto y ahora estoy en mi casa, disfrutando de los interminables dolores de mi primera experiencia en la Maratón de Santiago.

lunes, 24 de junio de 2013

Sueño


Sueño

Y simplemente estábamos ahí. Nos habíamos alejado disimuladamente de la gente y nos encontrábamos en ese callejón solos, a obscuras como dos vándalos a punto de cometer una fechoría. Ahí estábamos y no dejamos de mirarnos a los ojos. Por algunos segundos la escena se volvió intrascendente. Éramos tan solo  tú y yo después de mucho tiempo.
No dejé de mirar tus ojos ni por un instante. Te notabas decidida, ansiosa, con deseos de abrazarme sin embargo algo nos hacía dudar en nuestras convicciones. Algo impedía que el momento se se volviese fuego. Nos acercamos lentamente y contra una muralla posé tu espalda y comencé a jugar con mi nariz en tus labios, en tus mejillas. Dejé que mis manos recorrieran tu piel que temblabla de nervios. Suavemente puse mis manos bajo tus muslos y lentamente te levanté hasta que tu pelvis llegara a rozar mi pelvis. Nuestros sexos se acariciaban lentamente mientras mis manos se deslizaban hacia tus glúteos para sostenerte de mejor forma.

Comenzamos a besarnos lentamente, suave….sin prisa. Mi mano izquierda deslicé y con ello pude liberar mi mano derecha la cual llevé a tus suaves pechos. Se notaba que te gustaba. Tus pezones se pusieron duros y con las yemas de mis dedos comencé a acariciarte lenta y fuertemente. Dejaste de besarme y llevaste tus labios a mis oídos. Pasaste tu lengua lentamente y me pediste que llevara mi boca a tus pechos, cosa que hice casi al segundo. Ahí mi lengua recorrió cada poro de tus pechos. 

Te bajé suavecito al piso y llevé mi mano hacia tu sexo. Estaba muy húmedo y tibio, con un espesor delicioso que me invitaba a sentirte cada vez más delicadamente. Jugué con tu clítoris y me encantaba sentir que te estremecías mientras lo hacía. Te dejaste llevar por el momento, dejaste que fuera yo quien te llevara al cielo. Te toqué sutil y fuertemente, no fue necesario introducir los dedos, solo con jugar con tu clítoris me entregabas tu néctar de placer. Pasaron unos minutos y tu cuerpo se estremeció contra mi cuerpo, el éxtasis se apoderó de ti y gemiste con ganas, intenso y largo. Sin gritar me regalaste un orgasmo delicioso.

Sentimos ruidos cerca, me miraste a los ojos y te me escabulliste por el obscuro callejón. Entre las sombras de la noche te me escapaste dejando atrás un momento de éxtasis que no podré olvidar.